No estás tú, y eso duele.
Quizás merezca este dolor.
Pero está el fin de los exámenes, está el sol, la playa, una ilusión que empezará en un mes y un día.
Están las risas, las alegrías aunque ya no formes parte de ellas, los llantos para desahogarme y, tras ellos, la vuelta a mis ganas de comerme el mundo...
Mis 20 años, la música que ilumina mi cara, me hace olvidar y fantasear y calma mi corazón.
Mis recuerdos de que fuiste algo muy bonito, el saber que se puede amar lo que no ves, el error que te trajo a mí...
y por supuesto, me quedan mi sonrisa, mis esperanzas y mis sueños.
Aunque nada sea igual, aunque no vaya a ser y nada nunca fue como yo deseé:
Gracias porque creo que te importé;
Gracias porque creo que alguna vez estuviste ahí.
sábado, 19 de junio de 2010
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)