En el fondo, nunca imaginé que volvería a "sentir" tan pronto. No te miento si te aseguro que me importas ya bien poco: lo siento, no debiste de ser tan necesario como pensaba(s).
Pero sí, en una cosa tenías razón: ¡Te tenía tan idealizado!
De eso me di cuenta, sobre todo, cuando fui conociendo a alguien que ahora es el centro de la mayoría de mis pensamientos. Y, ¡es tan distinto a ti! Mejor dicho, tú eres tan distinto a él..., porque él, va antes que tú, mucho más de lo que tú nunca estuviste, y mucho más de lo que la mayor parte de las personas podría estarlo.
Gracias, Deltha.Phi.Ro.: sin que tú hubieses aparecido antes, probablemente él ahora no estaría en mi vida.
Y puedes estar tranquilo: no te guardo ningún rencor. Especialmente, por eso último.
viernes, 27 de enero de 2012
jueves, 2 de junio de 2011
Vuelvo. Tras 3 meses, 1 día, y nada claro aún. Aunque nunca me fui.
Al miedo es mejor mirarlo de frente: con la cabeza bien alta y sin titubeos.
Tajante, desafiante y duramente. Da igual que duela.
Aunque ese miedo esté personificado en lo más importante y te haga temblar sin mencionar una sola palabra.
La verdad sea dicha: Si amas a una persona, no deberías tenerle miedo.
Haz que el miedo te tenga miedo a ti. Que cuando te vea aparecer, te sienta tan fría y distante que le des pánico.
Tajante, desafiante y duramente. Da igual que duela.
Aunque ese miedo esté personificado en lo más importante y te haga temblar sin mencionar una sola palabra.
La verdad sea dicha: Si amas a una persona, no deberías tenerle miedo.
Haz que el miedo te tenga miedo a ti. Que cuando te vea aparecer, te sienta tan fría y distante que le des pánico.
martes, 1 de marzo de 2011
Ey ey, ¡Adeli! :)
1 de marzo.
¡Cómo pasa el tiempo! Aún me parece que hoy es esa tarde de domingo en la que estaba tranquilamente sentada, con mi madre cerca, viendo la televisión, y lo supe:
En un momento como ése, ¿sabes qué se me pasó por la cabeza?
"Por favor, que sea la madre de Adeli, no la madre de Yeyi"
Pero no: "el Noruego", como tú lo llamabas, me quitó la única esperanza que tuve. Es triste y es muy fuerte pensar algo así, pero lo que menos quería es que "Adeli", en ese instante, fueras tú.
Han pasado miles de cosas, no te las voy a contar, porque me llevaría horas, y porque confío en que tú las sepas de sobra.
Han cambiado muchas cosas: aquellas a mejor, otras a peor (tú lo sabes), y otras simplemente, han cambiado, pero lo que no cambia es que te recordamos. Imagino que te alegra darte cuenta de que muchos, aquí abajo, no te hemos olvidado.
¿Recuerdas aquel cuadro que me regalaste? ¡Pues no!, ¡no soy buena conductora!, ¡he cogido el coche desde que me saqué el carnet contadas veces! Eso sí, ¡no faltarán insultitos al resto del tráfico cuando lo coja más a menudo! Y el ángel no lo he puesto tampoco aún en él: me prometí, el mismo día en que te fuiste, que no lo colgaría en el espejo hasta que tu hija no se subiera conmigo por primera vez en el coche: creo, y estarás de acuerdo conmigo, ¡que ya va siendo hora!
Me voy a ir despidiendo, Adeli. Me despido yo, que no tú: sé que nos vas siguiendo la pista y, la verdad, me alegra. Me encantaría pedirte más constantemente que me ayudaras, que me guiaras un poco en estos momentos, pero, estando segura de que te gustará, no creo que tenga tanto derecho a ello, así que solamente te lo menciono de vez en cuando, entre pensamientos. He llegado a pensar que tú podrías ser mi Ángel de la Guarda, o uno de ellos, pero, si tú eres la protectora de alguien, ésa es tu hija. Ella es la que más en falta te echa, estoy segura. Ella y Javi, por supuesto.
Sólo te pido dos cosas:
Que nos vigiles y nos cuides y que no pares de velar por Yeyi. Ha habido momentos en los que ha estado más perdida de la cuenta, pero creo que le has enviado una ayudita, ¿no? :)
Aunque ya lo hice, de nuevo: ¡¡FELICIDADES!! y aunque ya lo sabes, allá dónde estés:
TE QUIERO MUCHO.
Bueno, no: TE QUEREMOS.
13.50/6, martes, 1.3.2011
¡Cómo pasa el tiempo! Aún me parece que hoy es esa tarde de domingo en la que estaba tranquilamente sentada, con mi madre cerca, viendo la televisión, y lo supe:
En un momento como ése, ¿sabes qué se me pasó por la cabeza?
"Por favor, que sea la madre de Adeli, no la madre de Yeyi"
Pero no: "el Noruego", como tú lo llamabas, me quitó la única esperanza que tuve. Es triste y es muy fuerte pensar algo así, pero lo que menos quería es que "Adeli", en ese instante, fueras tú.
Han pasado miles de cosas, no te las voy a contar, porque me llevaría horas, y porque confío en que tú las sepas de sobra.
Han cambiado muchas cosas: aquellas a mejor, otras a peor (tú lo sabes), y otras simplemente, han cambiado, pero lo que no cambia es que te recordamos. Imagino que te alegra darte cuenta de que muchos, aquí abajo, no te hemos olvidado.
¿Recuerdas aquel cuadro que me regalaste? ¡Pues no!, ¡no soy buena conductora!, ¡he cogido el coche desde que me saqué el carnet contadas veces! Eso sí, ¡no faltarán insultitos al resto del tráfico cuando lo coja más a menudo! Y el ángel no lo he puesto tampoco aún en él: me prometí, el mismo día en que te fuiste, que no lo colgaría en el espejo hasta que tu hija no se subiera conmigo por primera vez en el coche: creo, y estarás de acuerdo conmigo, ¡que ya va siendo hora!
Me voy a ir despidiendo, Adeli. Me despido yo, que no tú: sé que nos vas siguiendo la pista y, la verdad, me alegra. Me encantaría pedirte más constantemente que me ayudaras, que me guiaras un poco en estos momentos, pero, estando segura de que te gustará, no creo que tenga tanto derecho a ello, así que solamente te lo menciono de vez en cuando, entre pensamientos. He llegado a pensar que tú podrías ser mi Ángel de la Guarda, o uno de ellos, pero, si tú eres la protectora de alguien, ésa es tu hija. Ella es la que más en falta te echa, estoy segura. Ella y Javi, por supuesto.
Sólo te pido dos cosas:
Que nos vigiles y nos cuides y que no pares de velar por Yeyi. Ha habido momentos en los que ha estado más perdida de la cuenta, pero creo que le has enviado una ayudita, ¿no? :)
Aunque ya lo hice, de nuevo: ¡¡FELICIDADES!! y aunque ya lo sabes, allá dónde estés:
TE QUIERO MUCHO.
Bueno, no: TE QUEREMOS.
13.50/6, martes, 1.3.2011
domingo, 20 de febrero de 2011
20211/10
Me jode porque es 20 de febrero,
Me jode porque tú no estás aquí.
Hace un año, a estas horas, estaría subiendo en un ascensor. Me dio miedo llamar a la puerta y encontrarte, entrar en la habitación que "también es tuya".
No quiero recordar más. Fui tan feliz que ahora duele evocar aquello.
Ahora, un año después, ¿dónde estás? y ¿con quién estás?
Ojalá que conmigo en tu mente, y nadie más. Ojalá pienses en recuperarme, porque me recuperarías, con toda seguridad.
Este mediodía, también vi la Giralda desde la azotea. El año pasado la vi desde las nubes, a las que tú me habías llevado.
Hubo en beso dulce en mi mejilla, y luego varios abajo, entre patio, naranjos y fuente.
Esta noche también te quiero desnudo a mi lado. Prometiéndome algo y que sea esta vez real. Te quiero tocándome y susurrándome. Despertándome por la mañana como lo hiciste.
Estaba muerta de miedo por la llegada del día, pero pensaba que casi te tenía.
Qué idiota.
¿Qué importaba entonces el que te fueras? Si ibas a volver a por mí... y fui yo misma quien un mes y medio después frenó ese reencuentro. Algo que ahora me hace pensar que enfrió todo.
Pero dejemos eso. Pensemos en que es sábado, 20 de febrero de 2010. Pensemos en que creo que me quieres. Pensemos que me deseas. Creamos que vamos a ir a cenar juntos en menos de un par de horas.
Y voy a creer que va a ser eterno, sin entrar más en detalles. Dejando de recordar, porque duele tanto que arde el alma.
20 de febrero de 2010: ¿volverías por mí? ¿Y él?, ¿quiere que vuelvas otra vez?
Eso me haría de nuevo feliz.
20.28
Me jode porque tú no estás aquí.
Hace un año, a estas horas, estaría subiendo en un ascensor. Me dio miedo llamar a la puerta y encontrarte, entrar en la habitación que "también es tuya".
No quiero recordar más. Fui tan feliz que ahora duele evocar aquello.
Ahora, un año después, ¿dónde estás? y ¿con quién estás?
Ojalá que conmigo en tu mente, y nadie más. Ojalá pienses en recuperarme, porque me recuperarías, con toda seguridad.
Este mediodía, también vi la Giralda desde la azotea. El año pasado la vi desde las nubes, a las que tú me habías llevado.
Hubo en beso dulce en mi mejilla, y luego varios abajo, entre patio, naranjos y fuente.
Esta noche también te quiero desnudo a mi lado. Prometiéndome algo y que sea esta vez real. Te quiero tocándome y susurrándome. Despertándome por la mañana como lo hiciste.
Estaba muerta de miedo por la llegada del día, pero pensaba que casi te tenía.
Qué idiota.
¿Qué importaba entonces el que te fueras? Si ibas a volver a por mí... y fui yo misma quien un mes y medio después frenó ese reencuentro. Algo que ahora me hace pensar que enfrió todo.
Pero dejemos eso. Pensemos en que es sábado, 20 de febrero de 2010. Pensemos en que creo que me quieres. Pensemos que me deseas. Creamos que vamos a ir a cenar juntos en menos de un par de horas.
Y voy a creer que va a ser eterno, sin entrar más en detalles. Dejando de recordar, porque duele tanto que arde el alma.
20 de febrero de 2010: ¿volverías por mí? ¿Y él?, ¿quiere que vuelvas otra vez?
Eso me haría de nuevo feliz.
20.28
sábado, 19 de febrero de 2011
Recordando 19210 a 19211
Qué dulce despedida.
Qué beso que faltó y no nos dimos, hasta el día siguiente: rodeados de naranjos y templo, de alminar, torre y fuente.
A estas horas, ya estaría en casa. Delante del ordenador, en el mismo sofá que ahora, replanteándome las mentiras para el sábado.
En pocos minutos (o ya, quizás) leería un mensaje tuyo, respondería, y luego otro. Habías llegado al hotel, pero esta vez no seguía un "Me ha encantado conocerte", sino un "¡Estás muy guapa!", y "mañana nos vemos".
A eso de las 3 am, una llamada amiga para cerciorarme de que todo estaría bien. Nervios, muchos nervios. Pánico, miedo, pero sobre todo ilusión y mucho amor.
Y "mañana", todo el día contigo, y toda la noche contigo.
Ojalá fuera así siempre.
Lo quería todo contigo, y quería nada sin ti, y la realidad es nada contigo, todo sin ti.
Mañana, a estas horas, un poco más tarde ya, ¿me harás el amor otra vez?
Aunque sea en sueños, como lo soñé esta noche. Aunque sea en sueños, como lo visioné durmiendo este miércoles.
Quiero repetirlo. Quiero repetirte toda la eternidad.
Ojalá, ojalá, ojalá... recuerdes esta fecha, y ojalá pienses en mí, de manera especial. No en la otra (y, ¿quién es la otra?, ¿lo soy yo quizás?). No en nadie más. En nada más. Sólo en mí
Por mucho que deba odiarte, se me antoja vorazmente tu cuerpo. Tanto o más que hace un año.
Qué beso que faltó y no nos dimos, hasta el día siguiente: rodeados de naranjos y templo, de alminar, torre y fuente.
A estas horas, ya estaría en casa. Delante del ordenador, en el mismo sofá que ahora, replanteándome las mentiras para el sábado.
En pocos minutos (o ya, quizás) leería un mensaje tuyo, respondería, y luego otro. Habías llegado al hotel, pero esta vez no seguía un "Me ha encantado conocerte", sino un "¡Estás muy guapa!", y "mañana nos vemos".
A eso de las 3 am, una llamada amiga para cerciorarme de que todo estaría bien. Nervios, muchos nervios. Pánico, miedo, pero sobre todo ilusión y mucho amor.
Y "mañana", todo el día contigo, y toda la noche contigo.
Ojalá fuera así siempre.
Lo quería todo contigo, y quería nada sin ti, y la realidad es nada contigo, todo sin ti.
Mañana, a estas horas, un poco más tarde ya, ¿me harás el amor otra vez?
Aunque sea en sueños, como lo soñé esta noche. Aunque sea en sueños, como lo visioné durmiendo este miércoles.
Quiero repetirlo. Quiero repetirte toda la eternidad.
Ojalá, ojalá, ojalá... recuerdes esta fecha, y ojalá pienses en mí, de manera especial. No en la otra (y, ¿quién es la otra?, ¿lo soy yo quizás?). No en nadie más. En nada más. Sólo en mí
Por mucho que deba odiarte, se me antoja vorazmente tu cuerpo. Tanto o más que hace un año.
Promesas rotas
Este día me va a partir el alma, lentamente.
Es ya 19 de febrero.
Hace un año... hace un año, en unas horas, nos veíamos de nuevo. Nos despedíamos sobre las 23.00, pero no me importaba: al día siguiente estaría contigo.
Fui a la cama tarde, por los nervios, por seguir planeando mi "huida" contigo, pero fui feliz. O falsamente feliz, sabiendo ahora lo que sé.
Un 20 de febrero, sábado, de hace un año, me hacías tuya en la oscuridad de la noche. Me hacías feliz, libre, mujer, niña también, segura de mí misma y de ti. Me susurrabas palabras que sonaban tan bien y tan reales
"Cariño; Confía en mí; ¿Quieres seguir?; Tranquila; Sólo hasta donde tú quieras; Me encanta tu pelo; Me encanta tu cuello; Me gustan tus piernas; Qué suave es tu piel; Estás temblando; Mi peque..."
Claro que sí. Contigo todo era "Sí".
Tumbado a mi lado, desnudo, me prometiste algo. Algo que hace poco he descubierto que no has cumplido.
Me has hecho daño, me has matado y te has quedado con todo lo que sentía: con mis sentimientos, con mis ilusiones, con mis recuerdos irrealizables de nuevo...
Eres lo peor que existe encima de la Tierra. Y amo a lo peor que existe encima de la Tierra.
Es ya 19 de febrero.
Hace un año... hace un año, en unas horas, nos veíamos de nuevo. Nos despedíamos sobre las 23.00, pero no me importaba: al día siguiente estaría contigo.
Fui a la cama tarde, por los nervios, por seguir planeando mi "huida" contigo, pero fui feliz. O falsamente feliz, sabiendo ahora lo que sé.
Un 20 de febrero, sábado, de hace un año, me hacías tuya en la oscuridad de la noche. Me hacías feliz, libre, mujer, niña también, segura de mí misma y de ti. Me susurrabas palabras que sonaban tan bien y tan reales
"Cariño; Confía en mí; ¿Quieres seguir?; Tranquila; Sólo hasta donde tú quieras; Me encanta tu pelo; Me encanta tu cuello; Me gustan tus piernas; Qué suave es tu piel; Estás temblando; Mi peque..."
Claro que sí. Contigo todo era "Sí".
Tumbado a mi lado, desnudo, me prometiste algo. Algo que hace poco he descubierto que no has cumplido.
Me has hecho daño, me has matado y te has quedado con todo lo que sentía: con mis sentimientos, con mis ilusiones, con mis recuerdos irrealizables de nuevo...
Eres lo peor que existe encima de la Tierra. Y amo a lo peor que existe encima de la Tierra.
lunes, 14 de febrero de 2011
Amor
Porque por casualidad la he oído, y no he podido evitarlo.
Porque sí, es un día tonto, bastante comercial, pero no deja de evocarme a ti el ver rosas, claveles, corazones y parejitas felices que me hacen sentir la mayor de las envidias.
Porque no puedo dejar de quererte y porque esto seguro que tiene su parte buena, aunque no sea contigo.
Porque yo, algún día, sé que voy a volver a sentirlo.
Porque tú Insensible, a pesar de que no lo sabes, también lo necesitas.
http://www.youtube.com/v/r4p8qxGbpOk
Porque llevaba un poquito más de 24 horas sin hacerlo y todo el día conteniéndome, pero el oírla me ha arrancado de nuevo el llanto.
Porque necesito sentirlo. Esta vez, siendo correspondida.
Porque sí, es un día tonto, bastante comercial, pero no deja de evocarme a ti el ver rosas, claveles, corazones y parejitas felices que me hacen sentir la mayor de las envidias.
Porque no puedo dejar de quererte y porque esto seguro que tiene su parte buena, aunque no sea contigo.
Porque yo, algún día, sé que voy a volver a sentirlo.
Porque tú Insensible, a pesar de que no lo sabes, también lo necesitas.
http://www.youtube.com/v/r4p8qxGbpOk
Porque llevaba un poquito más de 24 horas sin hacerlo y todo el día conteniéndome, pero el oírla me ha arrancado de nuevo el llanto.
Porque necesito sentirlo. Esta vez, siendo correspondida.
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