martes, 29 de diciembre de 2009

Piedras...

Tienes en los ojos el color y el brillo de la esmeralda, la risa del sonido del viento cuando silba entre las ramas de los árboles y el corazón duro, como el diamante.
En ocasiones me tratabas con el cuidado con el que se atiende a una niña: otras me considerabas tan madura que me daba miedo el pensar que realmente pudiera serlo.
Nos hacíamos confidencias, leíamos el uno al otro, te reías con mis ocurrencias,... yo te tomaba en secreto por ingenuo porque agradecías mis charlas y yo, callada, ya las ansiaba.
Y así te recuerdo, te pienso y te echo en falta. No sé si me estaré volviendo loca... no sé distinguir si te sueño dormida o si lo hago despierta.

Tienes en los ojos el brillo de la esmeralda y el corazón duro.
Tan duro que sólo otro diamante podrá rayarte.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Esperas

Tras casi tres días de abandono aquí estoy de nuevo. Realmente en mi última entrada dejé varios pensamientos sin escribir, pero no había ganas de casar todo. Ni tengo a las Musas de mi parte ni las ganas en mi cuerpo. Aún así, voy a autobligarme, y eso que creo que debe de ser nada bueno forzarse y más cuando se trata de una afición.


Hace nosécuántas semanas y unos veinte minutos que lo vi por última y primera vez. La última mirada, triste y nostálgica sabiendo ya lo que se me avecinaba. Si hasta entonces había sido insufrible, a partir de ese momento sería peor. Falta de aire, sensación de llanto y ahogo cada día, cada hora, cada minuto.
Lo temía y, ahora que ha llegado, sé que ni en mis peores pensamientos fue tan horrible todo. Retroceder a palabras que, cada día estoy más convencida, no volverán, hace más daño, profundiza más en la herida y golpean por dentro, pero como cantan por ahí "se siente tan bien todo lo que hace mal y contigo nunca es suficiente" . Contigo, sobre todo contigo.
Sigo preguntándome qué clase de hombre eres: bueno, si es que eres un hombre íntegramente. Me parece que tendré que averiguarlo por mí misma...


La esperanza va menguando lentamente y supongo que se fue con el verde de tus ojos aquella temprana noche de hace dos sábados.


Quemas, hieres, dueles...


[6 días y 3 horas sin noticias tuyas;
2 semanas, casi una hora * ]

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La lluvia


"A pesar de todo, las tardes pasadas por agua tienen su parte positiva". Ése ha sido mi pensamiento hace un rato, cuando cruzando el puente iba mirando el grupo de patos (¿manada, bandada o "patada"?) desplazándose suave y lentamente por el río, que iba siendo acariciado por la leve lluvia que en ese momento caía.
Unos minutos antes pensaba que el paraguas, inclinándolo un poco hacia delante, tapaba mi cara, lo que la hacía invisible a los ojos de la gente. Las miradas entre desconocidos me resultan intimidatorias. Pero lo mejor no es eso: las lágrimas, ante una pregunta, pueden convertirse en gotas de lluvia, (como cuando algo nos entra en el ojo :) ) . El lado negativo viene si alguien las besa: de momento y que yo sepa, no hay casos de gotas de lluvia saladas.

martes, 22 de diciembre de 2009

Pequeñas reflexiones


Sé que hay personas que somos como las rosas.
Cuando alguien te hace daño lo más sensato es alejarse del sujeto en cuestión y crear una especie de escudo que te proteja de lo que te hiere y de él... o eso dicen. Lo malo es que, en mí, la sensatez brilla por su ausencia.
Hay personas que nos creamos el escudo, más o menos resistente, poco o muy efectivo, pero no podemos alejarnos de ese alguien que nos causa dolor. La rosa no puede moverse, irse de ese lugar donde algún animal (hay seres humanos que lo son también) la acecha. Se encuentra tristemente arraigada a la tierra que la mantiene viva y que a la vez la priva de libertad. Arrancarla la dejaría exenta de su castigo, (pena que, estoy segura, paga por ser tan hermosa), pero resistiría viva durante muy poco. Mientras sólo puede valerse de sus espinas para que no atenten contra su belleza.

Por su parte los animales deben tener cuidado;
porque todo puede volverse en su contra si la rosa los hace sangrar
;)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Hola ^^

Supongo que, aunque no es mi principal intención que lo que escriba sea leído, una buena forma de comenzar es una pequeña presentación, o al menos una explicación que me haya llevado a crearme un blog: llevaba un tiempo planteándomelo,(poco, para ser sincera).
A veces plasmo lo que siento, pero simple y llanamente por desahogarme y recordar dentro de un tiempo aquello que me llevó a escribir eso.
Este mediodía, volviendo de unas clases que no se han dado, sentí la necesidad, quizás más que nunca, de escribir, de expulsar todo lo que me hace daño y sentirme un poco liberada de algunos pensamientos. Sé que contra lo que se siente nuestro único aliado (o enemigo) es el tiempo, sin embargo, me reconfortaría pensando que lo que me aflige lo puedo compartir con otras/os que también en un momento dado han experimentado lo mismo.

Comentado esto, mi entrada inicial va dedicada a ti, y también este blog. ¡Qué menos! Eres tú quien ha provocado en mí las últimas lágrimas. Eres el responsable de la aflicción que ahora me lleva a escribir aquí.