Hoy, tras una mañana amarga y con un par de sinsabores que Dios sabe que no esperaba, me has hablado.
Me alegraste la tarde con tus cosas, tus quehaceres, tus preguntas y tus risas. Pero te pregunté, casi sabiendo la respuesta, intuyéndola. Decidida y preparada para saberlo.
Hoy. Precisamente hoy me lo has dicho. Cuando aún siento tu respiración a mi lado.
Has sido sincero, como siempre. Esta tarde, una vez más.
Detesto esos motivos. Los odio. Me repugnan las cifras, siempre las aborrecí...ahora aún más cuando sé qué me separa de ti.
Esta tarde, que aún saben mis labios a tu boca. Que aún vislumbro tu silueta en la noche.
Y sobre todo, si estuviera más cerca. Y yo idiota, que pensaba que lo estaba. ¿O es que no estoy al lado de tu corazón?
Qué tonta. Tú eres el racional de los dos. Lo siento. Por poco lo olvido. Sentirme físicamente es un punto que gané como enemigo desde que te conocí.
Y yo soy la niña que te demuestra madurez. Con la que compartes más de lo que esperaste y crees. Pero también soy la mujer joven que se derrumba y llora.
Y tú no tienes ni mis sueños, ni los cuentos de princesas que una vez me confesaste que me hicieron daño. Ni mis 20 años. Esos que, realmente, ni yo aún tengo.
Hoy exactamente.
No me lo digas. Al menos hoy no.
Espera a que sea mañana. Retrocede hasta ayer. Dolería igual, pero no sé, hoy no lo quiero saber. Aunque ya lo intuía, saber a medias a veces me consuela.
No me lo digas ahora. Te lo pido, cielo.
Perdona pero hoy no, por favor. No me jodas con tus verdades, y no lo digo para que te enfades.
Es que, ¿sabes mi amor?, hoy no estoy de humor.
martes, 23 de febrero de 2010
lunes, 22 de febrero de 2010
Maldita razón
A menudo prejuzgamos, analizamos sin motivos, sentenciamos pensamientos amargos que creemos justos, ciertos y sinceros, y cuando llega el momento y vemos lo equivocados que estábamos, nos sentimos culpables y las tornas cambian.
No serías capaz de eso. Ya. Posiblemente tampoco seas capaz de quererme tanto... o sí. No pierdo la esperanza: contigo creo que voy conquistando terreno, y ya tengo mucho capturado en él. Sólo queda alguna parte. También la más difícil.
Pero, ¿quién sabe?
Quién iba a decirme a mí que me enamoraría de ti. Aunque eso era más evidente, al menos para mí. Casi desde un principio lo intuía.
Y quién iba a decirte a ti que sentirías esto por mí.
Mientras tanto espero que el resto no sea tan doloroso.
Seguiré intentando dejar a la racionalidad lo más lejos posible de ti y seguiré ingeniándomelas para descolocarte. Siempre, como tú dices, en el buen sentido, para que continúen creciendo las razones que te acercan a mí.
No serías capaz de eso. Ya. Posiblemente tampoco seas capaz de quererme tanto... o sí. No pierdo la esperanza: contigo creo que voy conquistando terreno, y ya tengo mucho capturado en él. Sólo queda alguna parte. También la más difícil.
Pero, ¿quién sabe?
Quién iba a decirme a mí que me enamoraría de ti. Aunque eso era más evidente, al menos para mí. Casi desde un principio lo intuía.
Y quién iba a decirte a ti que sentirías esto por mí.
Mientras tanto espero que el resto no sea tan doloroso.
Seguiré intentando dejar a la racionalidad lo más lejos posible de ti y seguiré ingeniándomelas para descolocarte. Siempre, como tú dices, en el buen sentido, para que continúen creciendo las razones que te acercan a mí.
sábado, 13 de febrero de 2010
Miedos, fantasmas
Inunda la angustia cuando sabes que la persona deseada puede enamorarse de otra. Aumenta al conocer que de ti no lo está. Que no comparte tu sentimiento.
Hay que enfrentarse a los miedos, ya vengan de uno mismo, de fuera, o de ambos frentes.
Así lo hago y con cierta frecuencia y más que temor te pregunto:
-¿Apareció ella?
Tú siempre respondes que no.
Y yo pienso que quizás nunca aparezca, o quizás ya lo hizo. Puede que algún día lo haga, o puede que ya haya aparecido y, cuando quieras darte cuenta, no haya vuelta atrás y ya me haya ido.
Y aún así conservo la confianza y espero que te des cuenta pronto o sea yo quien se vaya, para no volver a estos miedos.
Mis ilusiones y mis dudas acerca de tu sentir... malditos fantasmas.
Y tengo la obligación de advertirte de que cada vez hay menos tiempo a tu favor.
Hay que enfrentarse a los miedos, ya vengan de uno mismo, de fuera, o de ambos frentes.
Así lo hago y con cierta frecuencia y más que temor te pregunto:
-¿Apareció ella?
Tú siempre respondes que no.
Y yo pienso que quizás nunca aparezca, o quizás ya lo hizo. Puede que algún día lo haga, o puede que ya haya aparecido y, cuando quieras darte cuenta, no haya vuelta atrás y ya me haya ido.
Y aún así conservo la confianza y espero que te des cuenta pronto o sea yo quien se vaya, para no volver a estos miedos.
Mis ilusiones y mis dudas acerca de tu sentir... malditos fantasmas.
Y tengo la obligación de advertirte de que cada vez hay menos tiempo a tu favor.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Hiriente y ansiado rompesueños
¿Alguien me dice dónde puedo encontrar amor? Quiero amor, pero no un amor cualquiera… quiero su amor. Me da igual el precio. No quiero lujuria ni pasión acompañada de cordialidad. No deseo unos besos de una noche para no tenerlos más. Quiero amor, ternura, cariño, quiero tu corazón. Es lo justo, ¿no? Hace tiempo que tú ya tienes el mío.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
Pretendes llevarte mi inocencia, mi risa y mi llanto. Me persigues y te sientes tan bien sabiendo que te busco, porque te busco aunque me hagas daño, pero lo prefiero. Creas adicción y me privas del verdadero sentir y aunque haya alguien que pueda darme mucho más que tú y que lo demuestra, yo me aferro a ti. Llámame masoquista, no estarás equivocado. Llámame enamorada y entonces acertarás de pleno.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
Es complicado obligarse a sonreír cuando sobran las ganas de romper en llanto.
Te he ofrecido todo lo que he podido y más. También claridad y transparencia. Tanto que te gusta la sinceridad… Sinceridad también significa decirte lo gilipollas que me resultas a veces.
Has robado mi sueño y lo has deformado primero: lo que nunca pensé hacer fue una posibilidad y después una realidad. Has jugado con él, lo has tirado, lo has vuelto a coger y me has engañado. ¿De verdad todo te da igual? Aunque sé cómo eres, aunque te bauticé a sabiendas tuyas como El Insensible, no pararás nunca de sorprenderme… Lo mismo das color a mi vida que se lo quitas y todo vuelve a ser gris.
Y me importa mucho hoy, y nada mañana, cuando sepa de nuevo algo de ti.
Y a pesar de todo cuento los días que te traerán a mí.
“Una semana…” Sí, la puta semana que viene terminarás de devorar mi sueño, no sin antes darme posibles esperanzas... esperanzas que hasta llevas en tu mirada.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
No quiero cariño de una sola noche, que sé que dolerá cuando llegue la mañana y me quemará al llegar el mediodía, cuando ya no te encuentre.
Y a pesar de todo te anhelo y te espero...
Tú…,
tú y tu extraña forma de apreciarme.
Será ése el problema. Que sólo me aprecias, que no provoco en ti más que eso. Que para ti soy sólo una niña... pero a las niñas no se las lleva uno a la cama. Y pienso qué quieres de mí, intentando obviar y evadir algunas razones, y sonreír y ser feliz con otras, y mientras tanto, yo te anhelo, te ansío y te deseo, y te quiero e incluso me atrevería a decirte que te amo, o que hasta hace unas horas te amé,y mañana te amaré de nuevo al despertar, y te siento y presiento en 9 malditos días, y veo mi cuerpo entre tus brazos, y sé que te diré que te quiero y callarás y obtendré el “No” por respuesta en tu silencio, o quizás, sólo quizás, tengas la delicadeza de engañarme y responder “Yo también te quiero”, y me harás feliz, falsamente feliz, pero ansiaré el creerte y lo haré, porque las mentiras de tu boca me dañan más, pero las castigo menos.
Y te darás la vuelta y volverás a "tu lugar", pero nunca a mí, porque nunca lo hiciste.
Y a pesar de todo,
tú,
jodido rompesueños.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
Pretendes llevarte mi inocencia, mi risa y mi llanto. Me persigues y te sientes tan bien sabiendo que te busco, porque te busco aunque me hagas daño, pero lo prefiero. Creas adicción y me privas del verdadero sentir y aunque haya alguien que pueda darme mucho más que tú y que lo demuestra, yo me aferro a ti. Llámame masoquista, no estarás equivocado. Llámame enamorada y entonces acertarás de pleno.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
Es complicado obligarse a sonreír cuando sobran las ganas de romper en llanto.
Te he ofrecido todo lo que he podido y más. También claridad y transparencia. Tanto que te gusta la sinceridad… Sinceridad también significa decirte lo gilipollas que me resultas a veces.
Has robado mi sueño y lo has deformado primero: lo que nunca pensé hacer fue una posibilidad y después una realidad. Has jugado con él, lo has tirado, lo has vuelto a coger y me has engañado. ¿De verdad todo te da igual? Aunque sé cómo eres, aunque te bauticé a sabiendas tuyas como El Insensible, no pararás nunca de sorprenderme… Lo mismo das color a mi vida que se lo quitas y todo vuelve a ser gris.
Y me importa mucho hoy, y nada mañana, cuando sepa de nuevo algo de ti.
Y a pesar de todo cuento los días que te traerán a mí.
“Una semana…” Sí, la puta semana que viene terminarás de devorar mi sueño, no sin antes darme posibles esperanzas... esperanzas que hasta llevas en tu mirada.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
No quiero cariño de una sola noche, que sé que dolerá cuando llegue la mañana y me quemará al llegar el mediodía, cuando ya no te encuentre.
Y a pesar de todo te anhelo y te espero...
Tú…,
tú y tu extraña forma de apreciarme.
Será ése el problema. Que sólo me aprecias, que no provoco en ti más que eso. Que para ti soy sólo una niña... pero a las niñas no se las lleva uno a la cama. Y pienso qué quieres de mí, intentando obviar y evadir algunas razones, y sonreír y ser feliz con otras, y mientras tanto, yo te anhelo, te ansío y te deseo, y te quiero e incluso me atrevería a decirte que te amo, o que hasta hace unas horas te amé,y mañana te amaré de nuevo al despertar, y te siento y presiento en 9 malditos días, y veo mi cuerpo entre tus brazos, y sé que te diré que te quiero y callarás y obtendré el “No” por respuesta en tu silencio, o quizás, sólo quizás, tengas la delicadeza de engañarme y responder “Yo también te quiero”, y me harás feliz, falsamente feliz, pero ansiaré el creerte y lo haré, porque las mentiras de tu boca me dañan más, pero las castigo menos.
Y te darás la vuelta y volverás a "tu lugar", pero nunca a mí, porque nunca lo hiciste.
Y a pesar de todo,
tú,
jodido rompesueños.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)