¿Alguien me dice dónde puedo encontrar amor? Quiero amor, pero no un amor cualquiera… quiero su amor. Me da igual el precio. No quiero lujuria ni pasión acompañada de cordialidad. No deseo unos besos de una noche para no tenerlos más. Quiero amor, ternura, cariño, quiero tu corazón. Es lo justo, ¿no? Hace tiempo que tú ya tienes el mío.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
Pretendes llevarte mi inocencia, mi risa y mi llanto. Me persigues y te sientes tan bien sabiendo que te busco, porque te busco aunque me hagas daño, pero lo prefiero. Creas adicción y me privas del verdadero sentir y aunque haya alguien que pueda darme mucho más que tú y que lo demuestra, yo me aferro a ti. Llámame masoquista, no estarás equivocado. Llámame enamorada y entonces acertarás de pleno.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
Es complicado obligarse a sonreír cuando sobran las ganas de romper en llanto.
Te he ofrecido todo lo que he podido y más. También claridad y transparencia. Tanto que te gusta la sinceridad… Sinceridad también significa decirte lo gilipollas que me resultas a veces.
Has robado mi sueño y lo has deformado primero: lo que nunca pensé hacer fue una posibilidad y después una realidad. Has jugado con él, lo has tirado, lo has vuelto a coger y me has engañado. ¿De verdad todo te da igual? Aunque sé cómo eres, aunque te bauticé a sabiendas tuyas como El Insensible, no pararás nunca de sorprenderme… Lo mismo das color a mi vida que se lo quitas y todo vuelve a ser gris.
Y me importa mucho hoy, y nada mañana, cuando sepa de nuevo algo de ti.
Y a pesar de todo cuento los días que te traerán a mí.
“Una semana…” Sí, la puta semana que viene terminarás de devorar mi sueño, no sin antes darme posibles esperanzas... esperanzas que hasta llevas en tu mirada.
Si tú me prometieras… si tú me aseguraras… si tú me explicaras…si tú me mintieras.
No quiero cariño de una sola noche, que sé que dolerá cuando llegue la mañana y me quemará al llegar el mediodía, cuando ya no te encuentre.
Y a pesar de todo te anhelo y te espero...
Tú…,
tú y tu extraña forma de apreciarme.
Será ése el problema. Que sólo me aprecias, que no provoco en ti más que eso. Que para ti soy sólo una niña... pero a las niñas no se las lleva uno a la cama. Y pienso qué quieres de mí, intentando obviar y evadir algunas razones, y sonreír y ser feliz con otras, y mientras tanto, yo te anhelo, te ansío y te deseo, y te quiero e incluso me atrevería a decirte que te amo, o que hasta hace unas horas te amé,y mañana te amaré de nuevo al despertar, y te siento y presiento en 9 malditos días, y veo mi cuerpo entre tus brazos, y sé que te diré que te quiero y callarás y obtendré el “No” por respuesta en tu silencio, o quizás, sólo quizás, tengas la delicadeza de engañarme y responder “Yo también te quiero”, y me harás feliz, falsamente feliz, pero ansiaré el creerte y lo haré, porque las mentiras de tu boca me dañan más, pero las castigo menos.
Y te darás la vuelta y volverás a "tu lugar", pero nunca a mí, porque nunca lo hiciste.
Y a pesar de todo,
tú,
jodido rompesueños.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario